Por: José María Rodríguez González
Hay una creencia frecuente entre los hispanos (mayormente latinos) y es el mito de que si una persona es latina o con relaciones latinas los ayudaría o estaría a favor de los latinos. Este mito ha demostrado ser falso muchísimas veces, incluso personas latinas o con relaciones latinas son a veces los peores enemigos de los latinos.
En las elecciones presidenciales de este año en Estados Unidos tenemos un ejemplo muy notable. Teniendo en cuenta que un desprecio por el origen latino o la relación latina es en sí una gran falta de honestidad consigo mismo.
Mitt Romney
El más prominente de los candidatos republicanos es un mexicano-estadounidense y eso no significa que le interese el bienestar de los mexicanos ni de los latinos. Este es el caso del candidato Mitt Romney, de padre mejicano, y que no muestra ninguna relación con México o Latinoamérica y por el contrario aboga por una política en la que los once millones de inmigrantes ilegales latinos tienen que autodeportarse.
La idea de Mitt Romney es negarle cualquiera de los derechos que le quedan a los inmigrantes ilegales y principalmente su derecho a obtener un sustento, es decir negarle el trabajo, con el objetivo de que el inmigrante llegue a tal situación de desespero que tenga que quedar obligado a salir de Estados Unidos para sobrevivir. Esto no solo es cruel e inhumano pero innegablemente una polí1tica anti-inmigrante.
Para cualquier inmigrante que busca hacer su vida en los Estados Unidos la autodeportación suena como autoasesinato de sus ideales o suicidio de sus aspiraciones. Si el objetivo de cualquier inmigrante ilegal es vivir en Estados Unidos ¿cómo puede llenarse esa aspiración “autodeportándose”?
La contraparte de la política de Romney es prometer que no hará deportaciones, pero si éstas han ido aumentando escandalosamente con el tiempo, en su mayoría con razones injustificadas, y rompiendo las familias latinas, entonces hay que preguntarle a Romney cómo va a parar o impedir que ese tipo de exageradas y anómalas deportaciones continúen. No hay respuesta. Su única propuesta es la autodeportación.
Aunque Romney grite que llamarlo anti-inmigrante es una ofensa personal fuera del sentido común, no cabe duda que la política de “autodeportación” es una política anti-inmigrante y que atacar a los inmigrantes ilegales de esa forma no hace sentir a ningún inmigrante que sea invitado ni que pueda tener la aspiración de ser recibido y apoyado en Estados Unidos.
Si Romney no es anti-inmigrante, y como dice es pro-inmigrante, entonces también debería explicar cómo va a eliminar todas las trabas y pilas de requisitos para obtener una visa para ingresar a los Estados Unidos. Eso es lo que demostraría a todos los latinos que él, o cualquier otro candidato, es de verdad pro-inmigración. Porque el hecho frecuente de que después de llenar tantos y tan exigentes demandas para una visa ésta es negada la mayoría de las veces no es lo que la gente entiende como una política pro-inmigrante.
Si obtener una visa de turista es como ganarse una lotería ¿Se imaginan qué será para un hispano, desde su país de origen, lograr una visa nada menos que de residente después de “autodeportarse?
A nadie se le puede ocurrir que las visas para turistas con bastante dinero para que gasten en Estados Unidos sean visas para fomentar la inmigración. La idea de esas visas es que después de que el turista gaste su dinero salga inmediatamente de Estados Unidos y por eso están calculadas para cortos periodos de tiempo.
Tener hispanos de líderes o familiares de políticos que hablen en español no importa. Lo que importa es que los hispanos y los que no sean hispanos ni hablen español si aboguen por el respeto de la integridad de las familias de los inmigrantes legales o ilegales, el respeto por sus derechos humanos y el respeto a su derecho a sobrevivir y trabajar.
Romney usa a su hijo Craig, hablando en español, en comerciales de campaña y sobre temas generales como libertad y oportunidad, pero no por la eliminación de trabas para visas de latinos ni por el mejor trato y las oportunidades de vida decente para los inmigrantes ilegales en Estados Unidos.
Romney también ataca el Acto Sueño (Dream Act) que busca dar ciudadanía estadounidense a la juventud que estudia y se prepara para vivir y servir a Estados Unidos. Romney quiere convertirla exclusivamente en una herramienta de reclutamiento militar.
Kris Kobach, el nacionalmente reconocido arquitecto de las leyes anti-inmigrantes que se establecieron y promueven desde Arizona, hizo campaña hombro a hombro con Mitt Romney y lo apoya. Este componente de la campaña de Romney no deja de ser elocuente.
En la campaña Romney puede gritar a los cuatro vientos que es pro-inmigrante para ganar los votos de los latinos desprevenidos, pero los latinos que conocen sus problemas a fondo exigirán una política de inmigración que incluya la protección de la unidad familiar, los derechos humanos, la presunción de inocencia sin criminalización por violaciones menores y condiciones racionales y justas para la legalización de los millones de inmigrantes actuales que no la tienen.
Newt Gingrich
Newt Gingrich, el otro candidato presidencial republicano, tampoco es un amigo de la inmigración latina, pero es el único que reconoce que los inmigrantes ilegales que han permanecido por largo tiempo en los Estados Unidos y que reúnen estrictos requisitos les sea otorgado residencia. Falta ver si luchará y haría esa propuesta una realidad. Gingrich comparte la posición de Romney de que el Acto Sueño podría aprobarse solo como herramienta de reclutamiento militar.
Rick Santorum
Rick Santorum, otro candidato presidencial republicano, aboga por deportación de todos los millones de inmigrantes ilegales y rechaza completamente el Acto Sueño para la juventud latina. Santorum quiere que el inglés sea la única lengua oficial de Estados Unidos. Santorum ha luchado por la creación de un muro que separe la frontera de Estados Unidos con México y rechaza que nuevos inmigrantes trabajadores (Guest Worker Program) puedan tener acceso a servicios sociales ni alguna vía para obtener ciudadanía. Santorum es hijo de inmigrantes italianos.
Ron Paul
Ron Paul, el más viejo de los actuales candidatos presidenciales republicanos y mayormente seguido por jóvenes, aboga por cumplimiento estricto de severas leyes de inmigración Comparte con Santorum que los inmigrantes ilegales no tengan ningunos beneficios sociales y rechaza por completo el Acto Sueño para la juventud latina. Ron Paul quiere eliminar que un bebé nacido en Estados Unidos sea estadounidense si nació de una familia de inmigrantes ilegales. Paul ve impráctico deportar once millones de inmigrantes ilegales, pero tampoco propone absolutamente nada para que la deportación no siga con las irregularidades actuales.
Partido Republicano
Fuera de los matices anteriores la posición republicana sobre inmigración no ha cambiado. Tradicionalmente consiste en rechazar rotundamente cualquier legalización de los inmigrantes ilegales, que llama amnistía, y promover la inmediata y masiva deportación de los inmigrantes ilegales.
Los republicanos tendrán que entender que los intereses económicos y de empleo para millones de inmigrantes en Estados Unidos están contenidos en la legalización de los inmigrantes y en la protección de sus derechos humanos. ¿De qué le sirve a los millones de inmigrantes ilegales la economía o el empleo si ellos están excluidos de esos beneficios? La discriminación y el rechazo de los inmigrantes ilegales es una humillación y un rechazo directo a toda la comunidad latina de Estados Unidos.
Derrotar o no a Obama no es la estrategia que le importe ni sirve en algo a los latinos. Lo que si es importante y sirve es que los latinos hagan respetar su poder político sobre todo defendiendo los derechos de todos los latinos sin excepciones. Nadie va a defender los derechos de los latinos si los latinos mismos no lideran esa defensa, y de esa manera se muestre responsablemente la influencia decisoria de la segunda fuerza votante de Estados Unidos
Es cierto que la inmigración ilegal es un delito, pero masivamente es un fenómeno económico y social que no puede negarse y que como tal hay que tratarlo.
Los inmigrantes que históricamente han formado los Estados Unidos han sido en su mayoría ilegales. Los primeros inmigrantes que poblaron lo que hoy es Estados Unidos vinieron atraídos por posesión de tierras y explotación del oro. Para los inmigrantes de la era reciente la ambición máxima es encontrar trabajo y una vida decente.
Un tratamiento humano y no la devastación de la comunidad latina está en orden.