Entre el 1 de enero y el 30 de julio pasado, el número de solicitudes por parte de residentes legales que buscan hacerse ciudadanos de Estados Unidos llegó a las 784,601, por encima de las 730,642 aplicaciones que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) recibió durante todo 2006 o sea, que se ha registrado un aumento respecto a esta misma fecha del año 2006.
Para muchos, el hecho de que en sólo siete meses se haya superado la cifra de todo un año responde al impacto que está teniendo entre la comunidad inmigrante las campañas mediáticas y comunitarias sobre la naturalización, aun cuando desde el propio Servicio de Inmigración se desconozca la causa de un aumento que ha sido calificado como positivo.
"No podemos saber el impacto real que están teniendo las campañas ni lo que hace pensar a las personas en querer hacerse ciudadanas porque la única pregunta que no hacemos a los solicitantes es la de saber por qué aplican", comentó Sharon Rummery, portavoz de USCIS.
"Asumimos que para muchos ha tenido que ver el incremento en los precios de las solicitudes, y que otros tuvieron nervios de tener que enfrentarse a un nuevo exámen. Pero también habrá gente que lo haga por los cambios que se están produciendo en las leyes de inmigración o porque quieran traer a vivir a un familiar a Estados Unidos".
De acuerdo con Octavio Pescador, catedrático de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), "los medios han influido ampliamente en promover la naturalización en los últimos 20 meses", lo que ha repercutido en que el destinatario "entienda que hacerse ciudadano no significa traicionar a su patria y que, por el contrario, es algo que le otorga beneficios inmediatos".
"El día anterior a que subieran los precios, fue tanta la gente que acudió para hacerse ciudadana que las organizaciones no pudieron atender a todas", comentó Johny Hernández, productor de Univision Radio 1020 AM. "Continuamente estamos haciendo campaña. El fenómeno se da porque la gente quiere votar y quiere perder el miedo tal y como están las cosas con las leyes".
De acuerdo con USCIS, se estima que en la actualidad cerca de ocho millones de residentes califican en Estados Unidos para hacerse ciudadanos estadounidenses.
"Tenemos que saber que muchos no se están naturalizando porque no saben ni escribir ni leer o porque su superación académica es muy poca", señaló Angélica Salas, directora ejecutiva de la Coalición para los Derechos de los Inmigrantes de Los Ángeles (CHIRLA). "Todavía tenemos retos que confrontar, aparte de que el costo es algo que para muchas personas les resulta algo difícil de pagar".
Para Jessica Domínguez, abogada de inmigración, cabe esperar que un importante número de personas que obtuvieron la tarjeta de residente sin fecha de expiración aprovechen ahora para solicitar la ciudadanía, ya que de cualquier forma tendrían que pagar para aplicar por una tarjeta nueva con fecha de vencimiento.
Incluso desde USCIS no se descarta que el número siga en aumento conforme vayan pasando los meses.
"Sabemos que cuando se aproximan elecciones, especialmente si forzosamente va a haber un cambio de presidente, el número de solicitudes sube por la gente que quiere tener la oportunidad de votar por primera vez", dijo Rummery, quien aclaró que "el aumento de solicitudes no representa más retrasos porque la situación se está manejando bastante bien".
"De lo que se trata es de que estos nuevos ciudadanos sean parte del cambio social que creemos se está llevando a cabo, y que contribuyan al movimiento pro inmigrante", dijo Jorge Mario Cabrera, portavoz de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas.
"La marca quedará impresa en todas las áreas, incluyendo la economía, siempre y cuando salgamos a expresar con el voto nuestras necesidades y prioridades. De lo contrario, todo habrá quedado como un esfuerzo bien intencionado", agregó. "Ya sea un millón o seis millones de personas las que se hagan ciudadanas, lo importante es que esos nuevos ciudadanos sean conscientes de nuestro poder político".