WASHINGTON, D.C.— El gobierno de Estados Unidos extendió ayer por otros 18 meses el Estatus de Protección Temporal (TPS) para salvadoreños, hondureños y nicaragüenses quienes podrán vivir y trabajar en este país por ese lapso de tiempo sin temor a ser deportados.
Se calcula que la extensión del TPS beneficiará a 230 mil salvadoreños, 78 mil hondureños, y cuatro mil nicaragüenses. Grupos que representan a estas comunidades instaron a las personas elegibles a reinscribirse en el programa tan pronto comience el período de registro, lo cual se anunciará más adelante.
Recordaron que aunque el Congreso de Estados Unidos negocia una posible reforma migratoria, eso está en sus etapas iniciales y ni siquiera hay garantías de que vaya a concretarse. La anterior vez que se extendió el TPS muchos inmigrantes consideraron y en muchos casos optaron por no inscribirse en el programa por esperar una reforma migratoria que no llego.
El TPS se otorgó a El Salvador, Honduras y Nicaragua por desastres naturales que afectaron a estas tres naciones y se indicó que tras evaluar las condiciones sobre el terreno de estos países se determinó que "aún están en proceso de recuperación" y por eso amerita que se otorgue la extensión del programa a sus nacionales. Aunque las tres naciones han logrado progreso significativo en sus esfuerzos de recuperación y construcción, cada país sigue enfrentando retos sociales y económicos en sus esfuerzos de devolver la normalidad a sus naciones.
El TPS beneficia a miles de familias centroamericanas en Estados Unidos, la realidad es que se requiere una solución más permanente como lo sería una reforma migratoria integral. La extensión del TPS da cierta tranquilidad porque los beneficiarios pueden vivir y trabajar sin temor a ser deportados pero paralelamente grupos pro-inmigrantes trabajan por el fin de las redadas, deportaciones y una reforma migratoria.
El TPS para hondureños y nicaragüenses expira el 5 de julio de 2007. El TPS de los salvadoreños expira el 9 de septiembre de 2007. En el Registro Federal se publicará que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) primero conducirá la reinscripción de hondureños y nicaragüenses. Más adelante, en el verano, se anunciará la reinscripción de los salvadoreños, explicó el DHS.
Ya los beneficiarios del TPS poseen tarjetas de identificación biométricas.
El DHS recalcó que el período de inscripción no ha comenzado todavía. Los detalles se proveerán más adelante en el Registro Federal, en la internet en la dirección www.uscis.gov, o vía telefónica llamando al Centro Nacional de Servicio al Cliente del USCIS al 1-800-375-5283.
Se instó a los beneficiarios a dejarse llevar por la información oficial para evitar errores en el proceso de reinscripción o ser estafados por individuos o abogados inescrupulosos.
Honduras y Nicaragua obtuvieron el primer TPS en 1998 por el huracán "Mitch". El Salvador lo obtuvo en 2001 tras los terremotos que asolaron a ese país.
Por otra parte, un día después de las marchas a través del país, en el Senado seguían tratando de resolver las diferencias que han impedido un acuerdo en el frente migratorio.
Pero el presidente George W. Bush dijo ayer que trabajará con demócratas y republicanos "para que llegue un proyecto [de reforma migratoria" a mi escritorio antes de que acabe el verano".
La oficina de la senadora demócrata de California, Dianne Feinstein, comentó que "en estos momentos hay mucho trabajo en tratar de lograr una medida bipartidista y esperamos que pueda resultar en una conclusión positiva".
Fuentes indicaron que los temas de la reunificación familiar, la eliminación de visas familiares, y un sistema de puntos o méritos para ver quién se beneficia de la legalización son algunos de los puntos más contenciosos.
En entrevista con medios televisivos en español, el secretario del DHS descartó catalogar el tono de las discusiones pero advirtió que todas las partes deberán ceder en algunos puntos. Confía, dijo, en que habrá un proyecto "aunque no todos obtengan lo que querían ver".
Los demócratas no ven con buenos ojos la propuesta de la Casa Blanca y de senadores republicanos conservadores como Jon Kyl, de Arizona, que evitaría que los indocumentados que podrían legalizarse puedan solicitar a familiares como hijos mayores de edad, hermanos y en ciertos casos padres.
También los demócratas se oponen a que se eliminen visas de familiares para destinarlas a empleos.
En una audiencia del Panel Judicial de la Cámara Baja el martes, expertos indicaron que el sistema de puntos se emplea con éxito en países como Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Gran Bretaña, entre otros.
También hay diferencias sobre el plan de trabajadores temporales que tanto la Casa Blanca como los republicanos desean que sea, en efecto, temporal. Pero los demócratas quieren que se les permita obtener la residencia y pedir familiares.
Se reiteró que el debate en el pleno del Senado se inicia el 14 de mayo. Y que en caso de que no pueda acordarse un nuevo lenguaje, es probable que se pase por alto el Comité Judicial y se lleve directamente al pleno senatorial otro proyecto, ya sea el bipartidista STRIVE Act que se presentó en la Cámara Baja, o la medida que el Panel Judicial del Senado aprobó el año pasado.