Enclavado en la zona industrial de Newark, Nueva Jersey, a poca distancia del Aeropuerto Internacional Newark Liberty, se alza Delaney Hall. Este centro de detención de inmigrantes, operado por la empresa privada GEO Group bajo un contrato de 15 años y mil millones de dólares con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), ha reabierto sus puertas el 1 de mayo de 2025, marcando un nuevo punto álgido en el acalorado debate sobre la política de inmigración y las prácticas de detención en el país.
El centro tiene una capacidad para albergar a más de 1,000 personas. Está situado en una zona industrial junto a la bahía de Newark, cerca del aeropuerto internacional, lo que facilita la logística de detención y deportación.
La reactivación de Delaney Hall, ya que anteriormente funcionó como centro de detención de inmigrantes entre 2011 y 2017, se produce en un momento de creciente escrutinio sobre las políticas de inmigración de la administración Trump y su promesa de intensificar los arrestos y deportaciones de inmigrantes indocumentados. La noticia de su reapertura ha desatado una ola de protestas y críticas por parte de defensores de los derechos de los inmigrantes y funcionarios locales, encabezados por el alcalde de Newark, Ras Baraka.
La reapertura de Delaney Hall no solo ha generado controversia a nivel local, sino que también ha resonado a nivel nacional, reabriendo el debate sobre el uso de centros de detención privados para inmigrantes, las condiciones en las que se encuentran los detenidos y el impacto de estas instalaciones en las comunidades circundantes. Los defensores de los derechos de los inmigrantes expresan su preocupación por el bienestar de los detenidos, el posible aislamiento de sus familias y la falta de transparencia en las operaciones de este tipo de centros.
Es así que el propio alcalde de Newark, Ras Baraka, ha expresado su oposición a la reapertura de Delaney Hall, argumentando que la instalación carece de los permisos municipales necesarios, incluyendo el certificado de ocupación, y presenta violaciones a los códigos de construcción y seguridad, por esta razón el alcalde Baraka ha presentado una demanda contra GEO Group.
Por su parte, GEO Group defiende la legalidad de sus operaciones, afirmando contar con los permisos necesarios y acusando al alcalde Baraka de politizar la situación. La empresa destaca la creación de cientos de empleos y la contribución económica que el centro aportará a la ciudad de Newark.
El 9 de mayo de 2025, el alcalde de Newark, Ras Baraka, fue arrestado por agentes federales durante una protesta frente al centro de detención de inmigrantes Delaney Hall, ubicado en su ciudad. La detención ocurrió después de que Baraka intentara ingresar a las instalaciones junto a los representantes demócratas Bonnie Watson Coleman, Rob Menendez y LaMonica McIver, con el objetivo de ejercer supervisión sobre el centro
Baraka ha sido un crítico constante de la reapertura de Delaney Hall, argumentando que su funcionamiento sin la debida autorización municipal pone en riesgo la seguridad de los detenidos y del personal. Además, ha expresado preocupaciones sobre la falta de transparencia en las operaciones del centro y ha instado a su cierre inmediato.
La protesta del 9 de mayo se intensificó cuando Baraka y los legisladores intentaron acceder al centro durante la llegada de un autobús de transporte de detenidos. Aunque los representantes fueron retenidos en el primer punto de control, Baraka fue arrestado por presunto allanamiento y desobedecer las advertencias de los agentes del Departamento de Seguridad Nacional.
La fiscal federal interina de Nueva Jersey, Alina Habba, declaró que "nadie está por encima de la ley" y que las acciones de Baraka no serían toleradas. Por su parte, el alcalde ha reiterado su compromiso de continuar protestando diariamente hasta lograr el cierre de Delaney Hall.
Este incidente refleja las crecientes tensiones entre las autoridades locales y el gobierno federal en torno a las políticas de inmigración y la operación de centros de detención privados en Nueva Jersey. La situación ha generado un debate sobre la legalidad y ética de las acciones de ambas partes, así como sobre los derechos de los inmigrantes detenidos en estas instalaciones.
Mientras la batalla legal entre la ciudad de Newark y GEO Group continúa desarrollándose en los tribunales federales. Sin embargo, su reapertura ya ha tenido un impacto significativo, convirtiéndose en un símbolo de la creciente tensión en torno a la inmigración en Estados Unidos y un recordatorio de las complejas cuestiones legales, éticas y humanitarias que rodean la detención de inmigrantes.