En una de las acciones más significativas en materia migratoria en Florida, El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE), junto con agencias del orden público del Departamento de Seguridad Nacional, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos llevaron a cabo la denominada "Operación Marea", que resultó en la detención de más de 1.120 inmigrantes indocumentados la mayor cantidad en un solo estado en una semana en la historia del ICE. El 63 % de los arrestados tenía antecedentes penales o condenas.
Detalles del operativo
La "Operación Marea" se desarrolló en múltiples condados, incluyendo Miami-Dade, Broward y Palm Beach, áreas que han experimentado un aumento en la llegada de migrantes en los últimos meses. Las autoridades informaron que muchos de los detenidos enfrentan cargos por violaciones a las leyes migratorias, y algunos tienen antecedentes penales por delitos como narcotráfico, robo y otros delitos graves.
Los arrestos incluyeron a 378 inmigrantes indocumentados con órdenes finales de deportación emitidas por un juez de inmigración. Los oficiales arrestaron a varios delincuentes violentos, pandilleros, agresores sexuales, prófugos de la justicia y a quienes representan una amenaza significativa para la seguridad pública. Los arrestos incluyen a miembros de diversas organizaciones terroristas extranjeras notoriamente violentas, como la MS-13, el Tren de Aragua, Brown Pride Aztecas, Barrio Azteca, Sureños (sur-13) y la pandilla Calle 18.
Los países de origen de los detenidos incluyen los siguientes:
- 437 de Guatemala
- 280 de México
- 153 de Honduras
- 48 de Venezuela
- 24 de El Salvador
- 178 de otros lugares
Las personas arrestadas con órdenes finales de deportación o que hayan regresado a Estados Unidos ilegalmente tras ser deportadas están sujetas a expulsión inmediata del país. El resto de los extranjeros se encuentran bajo custodia del ICE a la espera del debido proceso ante un juez de inmigración o de los trámites de viaje para su deportación.
“El éxito operativo de la semana pasada, al arrestar a más de 1100 inmigrantes ilegales delincuentes, fue un verdadero esfuerzo conjunto de todo el gobierno de Florida, con nuestros socios federales, estatales y locales encargados de hacer cumplir la ley”, declaró Madison Sheahan, subdirectora del ICE. “Todos los días, nuestros oficiales salen a las calles y arriesgan sus vidas para detener y expulsar a extranjeros delincuentes peligrosos, pandilleros transnacionales y fugitivos extranjeros que han entrado ilegalmente a Estados Unidos. Nos une nuestra determinación de restaurar la integridad del sistema de inmigración de nuestro país y mejorar la seguridad pública para todos los estadounidenses”.
El estado de Florida lidera el país en cuanto a colaboraciones con la ley 287(g). Este programa multiplicador de personal recibe su nombre de la Sección 287(g)(1) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que autoriza al ICE a delegar funciones específicas de los agentes de inmigración a agentes del orden estatales y locales bajo la dirección y supervisión de la agencia.
“He insistido en que Florida sea la punta de lanza en cuanto al apoyo estatal a la aplicación de las leyes migratorias federales. El éxito de la Operación Marea Negra demuestra nuestro compromiso”, declaró el gobernador de Florida, Ron DeSantis. “Florida se enorgullece de colaborar estrechamente con la administración Trump y contribuir al cumplimiento del mandato estadounidense de 2024 de asegurar nuestras fronteras y cumplir con nuestras leyes migratorias. Seguiremos participando en amplios esfuerzos de aplicación de la ley en el interior del país. Agradecemos al DHS, ICE, CBP, Departamento de Aplicación de la Ley de Florida, Patrulla de Carreteras de Florida, Comisión de Pesca y Vida Silvestre de Florida, Guardia Nacional de Florida, División de Manejo de Emergencias de Florida y a todos los involucrados por su contribución a este esfuerzo”.
“Los delincuentes peligrosos no tienen cabida en nuestro país. Aplicaremos la inteligencia colectiva y las capacidades operativas de la CBP para identificar a quienes se encuentran aquí ilegalmente y ponen en peligro a nuestros ciudadanos y el estilo de vida estadounidense”, declaró el agente jefe de la Patrulla Fronteriza del Sector Miami, Jeffrey Dinise. “Las iniciativas de cumplimiento colaborativo, como la Operación Marea Negra, con nuestros socios del DHS y las fuerzas del orden del estado de Florida, aprovechan cada una de nuestras facultades únicas para protegernos contra las amenazas. Esperamos continuar la vital colaboración con el estado de Florida mientras todos trabajamos hacia nuestro objetivo común de mantener la seguridad de nuestras comunidades y de nuestra nación”.
Colaboración entre agencias
El operativo fue el resultado de una colaboración entre el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la Patrulla Fronteriza, la Guardia Nacional de Florida y agencias locales de aplicación de la ley. Esta acción conjunta refleja el compromiso de las autoridades para hacer cumplir las leyes migratorias y garantizar la seguridad pública en el estado.
Durante el operativo, socios federales, estatales y locales ayudaron a arrestar a inmigrantes indocumentados delincuentes en toda Florida. ICE utilizó recursos de sus oficinas locales, junto con socios federales, para identificar objetivos prioritarios para las acciones de cumplimiento de la ley. Entre los socios policiales se encontraban las Investigaciones de Seguridad Nacional de ICE, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU., el FBI, la DEA, la ATF y el Servicio de Alguaciles de Estados Unidos
El estado de Florida, bajo la dirección de DeSantis, brindó asistencia significativa durante la operación estatal de múltiples agencias. Además, las siguientes oficinas del sheriff también brindaron asistencia significativa a ICE durante la operación: Condado de Alachua, Condado de Baker, Condado de Brandford, Condado de Brevard, Condado de Clay, Condado de Hernando, Condado de Hillsborough, Condado de Indian River, Condado de Orange, Condado de Pinellas, Condado de San Juan, Condado de Sumter, y el Condado de Volusia.
Reacciones y contexto
La "Operación Marea" se produce en un contexto de creciente preocupación por la seguridad fronteriza y el control migratorio en Estados Unidos. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha enfatizado la necesidad de medidas más estrictas para abordar la inmigración ilegal y ha respaldado acciones como esta para reforzar la seguridad en el estado.
Impacto en las comunidades
Organizaciones de derechos civiles y defensores de los inmigrantes han expresado su preocupación por el impacto de estos operativos en las comunidades locales. Señalan que tales acciones pueden generar temor entre los inmigrantes y dificultar su integración y participación en la sociedad.
Conclusión
La “Operación Marea” pone de manifiesto el enfoque cada vez más riguroso del gobierno de Florida frente a la inmigración irregular, alineado con una política estatal que prioriza la seguridad fronteriza y el cumplimiento estricto de las leyes migratorias. Con más de 1.120 arrestos, esta acción no solo representa una de las mayores operaciones de este tipo en el estado, sino que también envía un mensaje claro sobre la postura del gobierno frente a la entrada no autorizada al país.
Si bien las autoridades enfatizan el cumplimiento de la ley y la priorización de la seguridad pública, estas acciones inevitablemente generan un debate sobre el impacto en las comunidades de inmigrantes y los procesos legales migratorios. La promesa de futuros operativos sugiere que la aplicación de la ley de inmigración seguirá siendo un tema central en Florida y en el panorama nacional.
Sin embargo, el operativo también ha encendido el debate sobre el equilibrio entre seguridad y derechos humanos. Organizaciones defensoras de los migrantes han advertido sobre el posible impacto negativo de este tipo de operativos en las comunidades locales, incluyendo la generación de miedo, desconfianza hacia las autoridades y la ruptura del tejido social. En este contexto, la “Operación Marea” no solo refleja un fenómeno de control migratorio, sino también un desafío social y político que exige una respuesta integral que combine legalidad, humanidad y soluciones sostenibles para la creciente crisis migratoria.