El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) comenzará a considerar la actividad antisemita de extranjeros en redes sociales y el acoso físico a personas judías como motivos para denegar solicitudes de beneficios migratorios. Esto afectará de inmediato a los inmigrantes que solicitan la residencia permanente legal, a los estudiantes extranjeros y a los extranjeros afiliados a instituciones educativas vinculadas con actividades antisemitas.
De acuerdo con las órdenes ejecutivas del Presidente Trump sobre la lucha contra el antisemitismo, medidas adicionales para combatir el antisemitismo y la protección de los Estados Unidos de terroristas extranjeros y otras amenazas a la seguridad nacional y la seguridad pública, el DHS hará cumplir todas las leyes de inmigración pertinentes al máximo grado, para proteger a la patria de extremistas y extranjeros terroristas, incluidos aquellos que apoyan el terrorismo antisemita, ideologías antisemitas violentas y organizaciones terroristas antisemitas como Hamás, la Jihad Islámica Palestina, Hezbolá o Ansar Allah, también conocidos como "los hutíes".
“En Estados Unidos no hay cabida para los simpatizantes del terrorismo del resto del mundo, y no tenemos ninguna obligación de admitirlos ni de permitir que se queden aquí”, declaró Tricia McLaughlin, subsecretaria de Asuntos Públicos del DHS. “La secretaria Noem ha dejado claro que cualquiera que crea que puede venir a Estados Unidos y escudarse en la Primera Enmienda para promover la violencia antisemita y el terrorismo, piénselo dos veces. No es bienvenido aquí”.
La actividad antisemita se refiere a cualquier acción, comportamiento, expresión o política que discrimine, hostigue, insulte, agreda o promueva odio hacia personas judías por el hecho de ser judías. Es una manifestación del antisemitismo, que es un tipo de prejuicio o racismo dirigido específicamente contra el pueblo judío. Ejemplos de actividades antisemitas pueden incluir:
- Violencia física o verbal contra personas judías.
- Vandalismo de sinagogas, cementerios judíos o negocios relacionados con la comunidad judía.
- Difusión de estereotipos negativos sobre los judíos (por ejemplo, ideas conspirativas de que “controlan el mundo” o “son responsables de todos los males”).
- Negación o trivialización del Holocausto, que fue el genocidio sistemático de millones de judíos por el régimen nazi.
- Discriminación institucional que limite los derechos, la participación o la libertad religiosa de personas judías.
- Puede incluir actividades en internet, como publicaciones ofensivas, memes o discursos de odio en redes sociales.
Según esta guía, el USCIS considerará como factor negativo en cualquier análisis discrecional del USCIS al decidir solicitudes de beneficios de inmigración el contenido en redes sociales que indique que un extranjero respalda, apoya, promueve o apoya el terrorismo antisemita, organizaciones terroristas antisemitas u otra actividad antisemita. Esta guía entra en vigor de inmediato.
El Departamento de Seguridad Nacional ha enfatizado que individuos que promuevan violencia o apoyen ideologías terroristas dirigidas a comunidades judías no son bienvenidos en el país.
Esta iniciativa ha generado preocupaciones entre defensores de derechos civiles y organizaciones judías progresistas, quienes argumentan que podría utilizarse para suprimir la libertad de expresión y disidencia, especialmente en el contexto de crecientes protestas contra las acciones militares de Israel en Gaza. Críticos señalan que la administración Trump está equiparando opiniones pro-palestinas con antisemitismo, lo que podría llevar a la censura de voces críticas.
Además, se han tomado acciones concretas bajo esta política. Por ejemplo, Mahmoud Khalil, un exestudiante de la Universidad de Columbia, fue detenido en Luisiana por presunto apoyo a organizaciones como Hamás. Asimismo, Rumeysa Ozturk, estudiante de doctorado en Tufts, fue arrestada bajo acusaciones similares. Estas detenciones reflejan la postura firme de la administración en cuanto a la vigilancia y acción contra actividades consideradas antisemitas.
Es importante destacar que esta política forma parte de un esfuerzo más amplio de la administración Trump para monitorear y regular el contenido en redes sociales de inmigrantes y solicitantes de visa, con el objetivo declarado de prevenir amenazas a la seguridad nacional y pública. Sin embargo, organizaciones de derechos civiles han expresado inquietudes sobre posibles violaciones a la privacidad y la libertad de expresión.