El segundo mandato del gobierno de Donald Trump a nivel de inmigración se ha caracterizado por los planes de deportación masiva, las limitaciones sustanciales al acceso al asilo, y ahora contempla la implementación de significativas restricciones de ingreso a los Estados Unidos para ciudadanos de varios países, según un informe del www.nytimes.com. Según se informa estas medidas incluyen un veto de viaje expandido que utiliza un sistema de tres niveles para categorizar las restricciones según las evaluaciones de seguridad y los procesos de investigación de los países.
Al categorizar a los países en función de preocupaciones específicas, como deficiencias en la investigación o riesgos de seguridad, la administración podría argumentar que existen bases más racionales para las restricciones, abordando potencialmente algunos de los desafíos legales previos. Esta expansión indica una postura más agresiva en materia de inmigración y una posible tensión en las relaciones con un mayor número de naciones.
La posible implementación de este nuevo veto de viaje categorizaría a los países en un sistema restrictivo de tres niveles que son:
- La Lista Roja – Contempla la suspensión total: Los informes indican que 11 países podrían enfrentar una prohibición total de entrada a los Estados Unidos:
- Afghanistan.
- Bhutan.
- Cuba.
- Iran.
- Libya.
- North Korea.
- Somalia.
- Sudan.
- Syria.
- Venezuela.
- Yemen
Siete de estos países ya estuvieron incluidos en versiones anteriores del veto de viaje de Trump, lo que sugiere una continuidad en el enfoque hacia estas naciones. La inclusión de Afganistán y Bután en la "Lista Roja" es notable, ya que no fueron objetivos principales en los vetos de viaje iniciales, lo que podría indicar un cambio en el enfoque basado en las situaciones geopolíticas actuales o los riesgos de seguridad percibidos. La inclusión de Afganistán podría estar relacionada con la toma de poder por los talibanes, mientras que la de Bután es menos clara y requeriría un análisis más detallado si se proporcionan justificaciones oficiales.
- La Lista Naranja - Suspensión Parcial de Visas e Investigación Mejorada: Se ha informado que los siguientes países podrían enfrentar suspensiones parciales de visas y entrevistas obligatorias en persona:
- Bielorrusia.
- Eritrea.
- Haití.
- Laos.
- Myanmar.
- Pakistan.
- Rusia.
- Sierra Leona.
- Sudán del Sur.
- Turkmenistan.
La "Lista Naranja" introduce un nuevo nivel de restricción más allá de una prohibición completa, apuntando potencialmente a tipos de visa específicos (turista, estudiante, inmigrante) al tiempo que permite algunas excepciones, posiblemente para viajeros de negocios. Este enfoque selectivo podría ser un intento de mitigar los impactos económicos y los desafíos legales al diferenciar las restricciones según el riesgo percibido asociado con los diferentes tipos de viaje.
- Lista Amarilla - Período de Prueba: Se ha informado que 22 países tendrán 60 días para abordar las preocupaciones de seguridad y los procesos de investigación, con el riesgo de ser trasladados a las listas "Naranja" o "Roja" si no se realizan mejoras. Esta lista incluye a:
- Angola.
- Antigua y Barbuda.
- Benín.
- Burkina Faso.
- Camboya.
- Camerún.
- Cabo Verde.
- Chad.
- Dominicana.
- Guinea Ecuatorial.
- Gambia.
- Liberia.
- Malaui.
- Malí.
- Mauritania.
- República del Congo.
- República Democrática del Congo.
- San Cristóbal y Nieves.
- Santa Lucía.
- Santo Tomé y Príncipe.
- Vanuatu.
- Zimbabue.
El gobierno de los Estados Unidos busca ejercer presión sobre estos países para que mejoren sus protocolos de seguridad. Esto podría ser una herramienta diplomática o una forma de crear un marco para futuras restricciones si las deficiencias percibidas no se abordan.
Justificaciones del veto o restricciones de Viaje
- Seguridad Nacional: La justificación principal para el veto de viaje es la protección de los ciudadanos estadounidenses contra el terrorismo y las amenazas a la seguridad nacional. La orden ejecutiva firmada el 20 de enero ordenó a los miembros del gabinete identificar países con "información de investigación y detección tan deficiente como para justificar una suspensión parcial o total de la admisión de nacionales de esos países". El énfasis en la "información de investigación y detección" sugiere que la administración cree que ciertos países no están compartiendo adecuadamente los datos de los viajeros o tienen protocolos de seguridad débiles para la emisión de pasaportes, lo que podría permitir que ingresen a los Estados Unidos personas que representan una amenaza. Esta justificación intenta proporcionar una base aparentemente objetiva para las restricciones, alejándose de la retórica más abiertamente religiosa o nacionalista del veto inicial.
- Deficiencias en los Procesos de Investigación: Los informes detallan varios tipos de deficiencias, como la falta de intercambio de información sobre los viajeros entrantes, prácticas de seguridad de pasaportes inadecuadas y la venta de ciudadanía . Se señala que algunas de las naciones objetivo son predominantemente de mayoría musulmana, pobres o lideradas por gobiernos considerados débiles o corruptos, lo que genera preocupación sobre las motivaciones subyacentes. Si bien la seguridad nacional es la razón declarada, la inclusión de un número significativo de países de mayoría musulmana y en desarrollo se hace eco de las críticas a los vetos de viaje anteriores, lo que sugiere que factores discriminatorios aún podrían estar en juego. Esto plantea preocupaciones sobre posibles desafíos legales basados en la discriminación religiosa o la violación de la Cláusula de Igual Protección.
- Preocupaciones Ideológicas: Se menciona la inclusión de un lenguaje en una orden ejecutiva que podría permitir la denegación de visas con base en opiniones políticas percibidas, creencias religiosas o antecedentes culturales, lo que plantea preocupaciones sobre la Primera Enmienda . Esta potencial exclusión ideológica representa una expansión significativa de las restricciones de entrada y podría tener un efecto inhibidor en la libertad de expresión y el intercambio académico. Este aspecto va más allá de las preocupaciones tradicionales de seguridad nacional y profundiza en evaluaciones subjetivas de creencias y actitudes.
Los desafíos legales de esta propuesta
Se espera que el nuevo veto de viaje enfrente desafíos legales similares a los que encontró el veto de 2017, incluyendo reclamos por violar la Constitución, las leyes federales y el derecho internacional. Se mencionan los desafíos legales basados en la Cláusula de Establecimiento de la Primera Enmienda (discriminación religiosa) y las Cláusulas de Igual Protección y Debido Proceso de la Quinta Enmienda. También se hace referencia a los desafíos legales que argumentan que el veto excede la autoridad legal del Presidente según la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA) y la Ley de Procedimiento Administrativo (APA). La historia de desafíos legales a los vetos de viaje anteriores sugiere que la nueva versión probablemente se enfrentará a litigios inmediatos y generalizados. Los resultados de estas batallas legales determinarán significativamente el alcance y la duración de las nuevas restricciones.
Se menciona la posibilidad de que individuos, estados y organizaciones de derechos civiles presenten demandas. Se destaca el potencial de que los tribunales emitan órdenes de restricción temporales y mandatos preliminares para bloquear la aplicación del veto, como sucedió con las versiones anteriores. Se señala el papel de la Corte Suprema al confirmar finalmente una versión revisada del veto de viaje en 2018, lo que indica una posible trayectoria legal similar. Las batallas legales en torno al nuevo veto de viaje podrían ser prolongadas y, en última instancia, llegar a la Corte Suprema, lo que generaría una incertidumbre significativa a corto y mediano plazo. La composición de la Corte Suprema y su interpretación de la ley de inmigración serán factores cruciales para determinar el resultado final.
En conclusión, el veto de viaje causará importantes interrupciones en los viajes, afectando a familias, estudiantes internacionales, profesionales de negocios y turistas, lo que generará dificultades personales y pérdidas económicas. Esto también dañará la reputación de los Estados Unidos como un destino acogedor para visitantes y talentos internacionales.