A continuación explicamos cómo funciona la fianza (“bail” en inglés) y qué opciones existen para pagarla.
La fianza es un derecho protegido por la Constitución de los Estados Unidos que permite a una persona acusada de un delito salir de la cárcel antes de que se resuelva su caso. La fianza consiste en un "seguro de caución" que se paga al tribunal o corte local, o al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para garantizar que el acusado regrese a las audiencias legales y cumpla con la orden del juez al final del proceso.
Existen diferentes tipos y formas de pagar la fianza, dependiendo de la situación del acusado y de las leyes del estado donde se encuentre. Algunas opciones son:
Fianza en efectivo: El acusado o alguien en su nombre paga el monto total de la fianza en efectivo al tribunal o al DHS. Si el acusado comparece a todas las audiencias y cumple con las condiciones impuestas, el dinero se devuelve al final del caso. Si el acusado no comparece o incumple las condiciones, el dinero se pierde y se emite una orden de arresto del acusado.
Fianza con propiedad: El acusado o alguien en su nombre ofrece una propiedad como garantía al tribunal o al DHS. La propiedad debe tener un valor igual o superior al monto de la fianza. Si el acusado comparece a todas las audiencias y cumple con las condiciones, la propiedad se libera al final del caso. Si el acusado no comparece o incumple las condiciones, la propiedad se puede embargar y vender para cubrir el monto de la fianza y se emite una orden de arresto del acusado.
Fianza con fiador profesional (“bail bond” en inglés): El acusado o alguien en su nombre contrata a un fiador profesional (“bail bond company” o “bail bondsman” en inglés) que paga la fianza al tribunal o al DHS a cambio de una comisión, que suele ser un porcentaje del monto de la fianza. Aparte de la comisión el acusado o su representante se debe comprometer a pagar la totalizad de la fianza si el acusado no cumple con todos los requerimientos de la corte. Para esto el acusado o su representante pudiera tener que dejar como garantía una propiedad que cubra el costo total de la fianza (por ejemplo, una casa, en caso de una fianza de alto valor). El fiador profesional se hace responsable de que el acusado comparezca a las audiencias y cumpla con las condiciones. Si el acusado no comparece o incumple las condiciones, el fiador profesional tiene que buscar y entregar al acusado a las autoridades. Si esto no pasa, el fiador profesional pierde el dinero pagado a la corte y tiene que cobrárselo al acusado o a la persona que lo contrató.
Fianza sin garantía: El acusado no tiene que pagar nada al tribunal o al DHS para salir de la cárcel, pero se compromete a comparecer a las audiencias y cumplir con las condiciones. Si el acusado no comparece o incumple las condiciones, se le puede imponer una multa y se emite una orden de arresto.
Liberación bajo palabra: El acusado sale de la cárcel sin pagar nada, pero queda bajo la supervisión de un oficial de libertad condicional que puede imponerle ciertas restricciones, como reportarse periódicamente, utilizar un brazalete electrónico de monitoreo, someterse a pruebas de drogas, no salir del estado, etc. Si el acusado no cumple con las restricciones, puede ser devuelto a la cárcel y se emite una orden de arresto.
El monto y el tipo de la fianza dependen de varios factores, como la gravedad del delito, los antecedentes penales del acusado, el riesgo de fuga, el peligro para la comunidad, etc. El juez o el DHS pueden negar la fianza si consideran que el acusado no merece salir de la cárcel o si existe una causa legal para ello. El acusado puede solicitar al juez que le conceda, reduzca o modifique la fianza si cree que es injusta o excesiva.
La fianza es un mecanismo que busca equilibrar el derecho a la libertad del acusado con el interés público de asegurar su comparecencia y su cumplimiento ante la justicia. Sin embargo, el sistema de fianzas tiende a beneficiar principalmente a las personas de altos recursos, y afecta negativamente a las personas de bajos recursos y a las personas pertenecientes a grupos étnicos minoritarios. Por este motivo el sistema de fianza es criticado por ser discriminatorio, ineficaz y costoso para los acusados y la sociedad.
