Ke Huy Quan escapó de Vietnam del Sur en 1979 y llegó a Estados Unidos como refugiado...
Un récord de 100 millones de personas en todo el mundo se vieron obligadas a huir de sus hogares en 2022, frente a los 65 millones en 2015. De los desplazados el año pasado, 32,5 millones eran refugiados que tuvieron que abandonar su país por temor a la persecución debido a su raza, religión , nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo. Si bien Estados Unidos fijó su objetivo de admisión de refugiados en 125.000 para 2023, las crisis mundiales actuales están aumentando la demanda de ese número. Además de las admisiones regulares de refugiados, Estados Unidos ha permitido el ingreso de casi 180.000 afganos y ucranianos a través de la libertad condicional humanitaria desde 2021.
Los debates políticos sobre cómo manejar a los refugiados recientes a menudo se centran en cuestiones de obligación humanitaria o preocupaciones de seguridad pública. Si bien estas son consideraciones críticas, no logran captar lo que muchos estadounidenses experimentan como el legado más perdurable de los refugiados: el impacto social y económico positivo que estos recién llegados tienen en sus ciudades y pueblos.
En todo el país, los refugiados han reformado muchas comunidades de manera fundamental. En Fargo, Dakota del Norte, los empleadores a gran escala como el fabricante de vidrio Cardinal IG y el proveedor de salud rural Sanford Health dicen que no podrían haber sostenido y ampliado con éxito sus operaciones en la región sin la afluencia de trabajadores refugiados. En Minneapolis, los refugiados somalíes se han convertido en una parte tan integral del panorama comercial y cultural de la ciudad que ahora uno representa el área en el Congreso de los Estados Unidos. Y en Buffalo, Nueva York, se atribuye al “renacimiento de los refugiados” la reversión de décadas de disminución de la población y la transformación de los barrios abandonados por el éxodo del trabajo fabril en áreas que ahora son seguras y animadas. Estos son solo algunos ejemplos de las formas muy reales en que los refugiados afectan no solo a nuestra sociedad sino también a nuestra economía local.
Este informe se basa en el trabajo anterior publicado por New American Economy (ahora parte del American Immigration Council) y proporciona análisis actualizados de cómo los refugiados recientes están contribuyendo a la economía de los EE. UU. Usando la Encuesta de la Comunidad Estadounidense (ACS) de 5 años de 2019, identificamos un grupo de casi 2.4 millones de refugiados probables según su país de origen y año de llegada a los Estados Unidos. Este método es de naturaleza conservadora pero nos proporciona una imagen amplia y representativa de los 3,5 millones de refugiados que han llegado desde 1975. Los resultados que produce nuestro trabajo son claros.
Los refugiados pagan decenas de miles de millones de dólares en impuestos cada año. Y en un país donde se sabe desde hace mucho tiempo que los inmigrantes son más propensos que los nacidos en los stados Unidos a iniciar negocios, los refugiados muestran una voluntad particular de hacer tales inversiones a largo plazo en el país. Fundaron empresas, se convirtieron en ciudadanos estadounidenses y compraron casas a precios notablemente altos.