Un impacto desproporcionado sobre las comunidades de color, el asesinato y la violencia por parte de la policía...
El presidente Donald Trump ha emitido una orden ejecutiva que instituye reformas policiales en todo el país para mantener seguras las comunidades y asegurar la igualdad de justicia y de trato para todos los estadounidenses.
La orden ejecutiva sobre actuaciones policiales seguras y comunidades a salvo (en inglés) ordena que los departamentos de policía recibirán una formación acreditada sobre reducción de tensiones, uso de la fuerza y participación con la comunidad. Además, una base de datos rastreará a los oficiales de policía dentro de Estados Unidos que han sido objeto de quejas sobre fuerza excesiva. También se pide un aumento de la capacitación y los recursos, incluido un aumento de las asociaciones con trabajadores sociales cuando se responda a las personas que sufren problemas de salud mental, falta de vivienda o adicción.
Elevar los estándares de la policía y reducir el crimen no son mutuamente excluyentes, según dijo Trump en una ceremonia de firma el 16 de junio.
“Los estadounidenses creen que debemos apoyar a los valientes hombres y mujeres de azul que vigilan nuestras calles y nos mantienen a salvo”, dijo el presidente. “Los estadounidenses también creen que debemos mejorar la rendición de cuentas, aumentar la transparencia e invertir más recursos en la formación de la policía, el reclutamiento y la participación de la comunidad”.
La orden también prohíbe efectivamente a los oficiales restringir a los sospechosos por el cuello, excepto en situaciones en las que la fuerza mortal esté permitida por la ley.
La acción de Trump responde a la muerte de George Floyd el 25 de mayo mientras estaba en custodia de la policía de Mineápolis, y se suma a los esfuerzos también en curso de las autoridades estatales y locales. Las reformas locales incluyen el aumento de la divulgación de la mala conducta de la policía y de las imágenes de las cámaras corporales.
Otras reformas aprobadas a nivel local tienen por objeto aumentar la responsabilidad de la policía y limitar los casos de uso excesivo de la fuerza.
Por ejemplo, los funcionarios de Mineápolis y Dallas han publicado nuevos requisitos para que los agentes intervengan para impedir que sus compañeros utilicen una fuerza excesiva, según informes de prensa. Mineápolis requerirá que los oficiales informen sobre la mala conducta de sus colegas, mientras que las autoridades de Denver están exigiendo a la policía que informe a un supervisor si apuntan su arma a un ciudadano.
El Concejo de la Ciudad de Mineápolis también aprobó reformas (en inglés) el 5 de junio que requieren la aprobación del jefe o del subjefe antes de usar gas lacrimógeno para el control de multitudes. El alcalde de San Francisco anunció un plan (en inglés) que prohíbe al departamento de policía de la ciudad usar gas lacrimógeno contra civiles desarmados.
El Concejo Metropolitano de Louisville (Kentucky), aprobó el 11 de junio una ordenanza que prohíbe a la policía (en inglés) presentar órdenes judiciales y entrar en los hogares sin llamar a la puerta. Esa medida se aplica después de que una mujer fuera muerta en marzo cuando la policía ejecutó una orden sin llamar a la puerta de su apartamento e intercambió disparos con su novio, quien ha dicho que sospechaba que los policías eran ladrones.
La ley también exige a la policía de Louisville que lleve cámaras corporales cuando acudan a presentar una orden de arresto.