El primer Foro Mundial sobre los Refugiados concluyó con más de 770 compromisos para impulsar las oportunidades para los refugiados y quienes les acogen, ayudarán a millones de refugiados y a las comunidades en las que viven en todo el mundo, incluyendo importantes compromisos a largo plazo para su inclusión.
“Quiero agradecer los esfuerzos comprometidos por muchos países, tanto donantes como países de acogida, y por los líderes empresariales, la sociedad civil y los propios refugiados, para redoblar los esfuerzos en apoyo de la inclusión de los refugiados, la autosuficiencia y las soluciones”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, Filippo Grandi, en la sesión de clausura en el primer Foro Mundial sobre los Refugiados.
“La energía y el compromiso que ha resonado en los últimos tres días es un testimonio de que, a pesar de un entorno global difícil, existe un compromiso compartido para proteger a los que huyen en busca de protección”.
El Foro se reunió en Ginebra en un momento en el que 70,8 millones de personas se encuentran desplazadas por la fuerza en todo el mundo, incluidos 25,9 millones de refugiados. Este Foro pretendía replantear las respuestas a los millones desarraigados por las guerras y la persecución, así como a las comunidades que los acogen, principalmente en los países en desarrollo.
A medida que la reunión finalizaba el miércoles por la noche, los jefes de Estado y de gobierno, líderes de la ONU, instituciones internacionales, organizaciones de desarrollo, líderes empresariales y representantes de la sociedad civil habían hecho más de 770 compromisos entre los 3.000 asistentes.
Comprometieron oportunidades de trabajo, espacios para niños refugiados en las escuelas, nuevas políticas gubernamentales, soluciones como reasentamiento, energía limpia, infraestructura y un mejor apoyo para las comunidades y países de acogida. Se esperan nuevos compromisos en el futuro cercano.
El Grupo del Banco Mundial anunció una financiación de desarrollo de 2.200 millones de dólares para refugiados y comunidades de acogida, así como una ventana de financiación separada para impulsar el sector privado y crear empleos.
Un anuncio similar del Banco Interamericano de Desarrollo comprometió 1 mil millones de dólares. Además, una serie de estados, empresas y otras partes interesadas comprometieron apoyo financiero para los refugiados y sus comunidades de acogida por más de 2 mil millones de dólares.
Su objetivo es aumentar el apoyo a la inclusión y las necesidades de desarrollo a largo plazo en las comunidades de acogida, reconociendo que, para la mayoría de los refugiados en todo el mundo, el exilio con frecuencia se extiende por años o incluso décadas.
Los compromisos por más de 250 millones de dólares por parte de empresas subrayaron el creciente papel del sector privado en la movilización de recursos vitales para apoyar a millones de refugiados en todo el mundo. Al menos 15.000 empleos estarán disponibles para los refugiados a través de estas iniciativas. También habrá unas 125.000 horas por año de asesoría legal pro-bono.
Grandi instó a todos los participantes a mantener el impulso y cumplir sus compromisos: “Tenemos todo para el éxito. Hacer que sea un éxito nos incumbe a todos”, dijo.
El Foro es un elemento clave del Pacto Mundial sobre Refugiados, un marco para un reparto de responsabilidades más predecible y equitativo, afirmado por la Asamblea General de la ONU hace un año.
El primer ministro de Somalia, Hassan Ali Khayre, aprovechó su experiencia personal como refugiado para hablar sobre las necesidades de los desarraigados por las guerras y el imperativo de crear las condiciones que les permitan regresar a casa.
“Debemos centrarnos en abordar las causas fundamentales y los impulsores del desplazamiento”, dijo al Foro. “En este sentido, debemos invertir sin reservas en mejorar la buena gobernanza, la seguridad, la recuperación económica y los servicios sociales, que son elementos críticos para la paz y la estabilidad”, dijo.
La participación de los refugiados fue clave en todo momento. Alrededor de 80 hombres y mujeres de África, América, Asia y Oriente Medio asistieron a docenas de paneles y eventos, que van desde sesiones sobre educación, energía sostenible y deporte hasta medios de vida y salud mental.
“Mirando hacia el futuro, está claro que podemos lograr mucho cuando trabajamos en colaboración y como socios iguales”, dijo en la sesión de clausura Tina Dixson, copatrocinadora de refugiados, que solicitó asilo en Australia en 2012 como activista de derechos humanos.
“Hacemos un llamado a todos ustedes, a todos nosotros, para asegurarnos de que se consideren nuestros próximos pasos y aprovechar significativamente algunos de los compromisos y contribuciones clave que se han realizado en este Foro”, dijo Dixson.
Wenasa Alaraba, de la delegación de estudiantes refugiados, llenó el salón de aplausos al pedir una mayor inversión en educación para los refugiados, que enfrentan oportunidades cada vez menores a medida que avanzan en el sistema educativo.
“La educación transforma, y en esa transformación ganamos habilidades y conocimientos, ampliamos nuestro potencial y encontramos nuestros caminos hacia la autosuficiencia”, dijo. “La educación hace posible no solo para nosotros sobrevivir sino también prosperar”.
Las discusiones en el Foro se centraron en seis áreas clave: