En junio de 2019, NNK o No Name Kitchen lanzó un nuevo programa, “IF YOU DO MIND” (Si te importa), nuestro proyecto para mejorar la salud de las personas refugiadas y migrantes en los Balcanes. El programa es una llamada a todas aquellas personas que desean tomar medidas contra la injusticia pero que a veces no saben cómo hacerlo. Esta iniciativa es una forma simple, directa y humana, no sólo de apoyar a las personas que necesitan apoyo, sino también de ponerse en contacto directamente con esas realidades y con aquellas personas que hoy en día sufren las consecuencias de un sistema injusto.
El programa tiene como objetivo cubrir las necesidades de salud de personas refugiadas, porque los servicios básicos son insuficientes, lo que impide cubrir todos los casos, con el consecuente impacto negativo en la vida de las personas.
No Name Kitchen, que ya está implementando primeros auxilios médicos, amplía sus actividades de salud gracias a esta iniciativa. Cuando el trabajo de los voluntarios no puede cubrir necesidades específicas, se activa el programa “If you do mind”. Para ello, se establecen conexiones con servicios de salud privados y se busca donantes para que cubran los costes. Los donantes pueden cubrir el tratamiento entero, o solo aportar unos euros que, si se unen a las donaciones de otras personas, cubrirán el tratamiento de forma conjunta.
Y la iniciativa If You Do Mind de No Name Kitchen permite que se establezca una comunicación entre quien requiere ayuda y quien la ofrece. Las personas que son ayudadas dejan de ser un grupo de personas desconocidas. Por el contrario, se convierten en personas con un nombre, que además de enfrentar desafíos, también tienen conocimientos, personalidad y, sobre todo, las ganas de hablar, aunque viven en un sistema que hace que las personas en movimiento sean invisibles.
Por otro lado, las personas necesitadas a menudo desean conocer a las personas que los acompañan a lo largo de su ruta de migración; saber quién es la persona del otro lado, conocer a quién está invirtiendo sus recursos y tiempo, representa un hecho ciertamente apreciado por las personas que da soporte este programa. La iniciativa está abierta tanto a las comunidades migrantes, como a las locales, de los países donde la No Name Kitchen está presente, con el objetivo de enviar un mensaje poderoso: la solidaridad no conoce fronteras.
Hasta ahora hemos cubierto las necesidades de personas que se encuentran en Bosnia y Herzegovina, Serbia, Montenegro y Grecia.
Aquí podéis ver un caso real para ver cómo funciona esta iniciativa, If You Do Mind, de No Name Kitchen:
-Zahra rompió sus gafas jugando. Consuelo, desde España, supo que una niña refugiada atrapada en Montenegro, necesitaba nuevas gafas. Y decidió cubrir el coste que supone graduar la vista y comprar unas gafas nuevas, a través de nuestros voluntarios. Historia en español.
Consuelo & Zahra Un viaje Que Cruza Europa Y Llega A Siria
A Zahra le gusta jugar con muñecas e ir al parque donde poder correr y jugar al balón, su madre solo le recomienda que tenga mucho cuidado con las gafas, que no se le caigan y le rompan. Zahra se ajusta las gafas varias veces mientras corre en el parque cerca de su casa, en Alepo (Siria), donde vive con la familia.
Ella tiene una hermana de ocho años, 2 años más pequeñita que Zahra; las dos se divierten mucho, aunque para Zahara, a veces Sama es demasiado lenta con la pelota. Las cosas empezaron a cambiar cuando jugar se convirtió en un lujo; había que volver a casa pronto, muchas calles estaban prohibidas y las hermanas que se quedaban casi todo el día en casa. Pero aquel día cuando de repente se casa se le cayó encima, Zahra no entendió nada. La guerra les estaba golpeando sin tregua, sin miedo y sin ahorros; las gafas de Zahra se rompieron definitivamente y su padre decidió escapar.
Zahra habla hoy se su nueva vida, tan precaria e incierta; con sus ojos de niña ve y entiende mucho más de lo que consigue expresar. Solo dice que esta triste ahora, ha perdido a sus amigas y ya no tiene sitio donde jugar; no tiene ninguna casa, ningún parque cerca de su habitación; solo tiene sitios nuevos cada poco, en lo que pasa algunos días, a veces semanas para luego ponerse en camino nuevamente, hasta poder un día llegar a Europa, o eso por lo menos le dice su padre. Además, sin gafas le duele constantemente la cabeza y a la poca gana de jugar la vence la mayoría de veces la molestia.
Consuelo escucha la historia de Zahra. No puede viajar hasta el Campo de Refugiados de Montenegro, donde ahora la familia de Zahra vive; pero siente que le gustaría hacer algo, manda un mensaje a Zahra que contesta tímidamente; las dos se pasan fotos y fuerza para que el viaje de una pueda alimentar la gana de apoyar a la otra. Consuelo cubre los gastos de las revisión de la vista, los lentes y la montura de gafas Zahra.
Ayuda transparente y directa:
Examen de gafas 130 Euros
Costes operativos 20 Euros
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