Una mujer hondureña dio a luz a un bebé nacido muerto, mientras estaba bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos.
La noticia ha renovado las preocupaciones sobre la atención que se brinda a las mujeres embarazadas por parte de los funcionarios de inmigración. Defensores de los derechos de los inmigrantes han condenado la política actual del Servicio de Inmigración de encarcelar a mujeres embarazadas a pesar de las directivas anteriores que indican que esto les crea un estrés mental y físico excesivo. Se deberían incrementar las medidas de atención para todas personas que tengan alguna condición médica o que requieran algún cuidado especial, tal como ancianos, niños y mujeres en embarazo.
Las autoridades migratorias informaron que la mujer en embarazo que había sido detenida por la Patrulla Fronteriza el lunes 18 de febrero, fue enviada a un hospital el 21 de febrero, donde se le dio de alta el mismo día. Según las autoridades del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, en inglés), en el hospital le practicaron dos revisiones antes de que la dieran de alta.
Activistas organizaron una vigilia para honrar la memoria del bebé y afirmaron que su muerte pudo haberse evitado. “Queremos recordarles que estamos vigilando y estamos atentos a lo que está ocurriendo y queremos que se hagan responsables por estas muertes,” dijo Michelle Serrano de la organización RGV Equal Voice Network.