La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó que desde finales de abril hasta inicios de agosto llegaron a Costa Rica más de 5.600 migrantes irregulares de los cuales por lo menos 2.500 permanecerían varados en el país centroamericano en su ruta hacia Estados Unidos.
La OIM señaló que el flujo de migrantes es constante y se calcula que alcanza una media de 100 a 150 por día.
El portavoz de la Organización, Joel Millman, indicó que la mayoría de estas personas dicen proceder de África, pero en realidad son haitianos, si bien algunos son nativos de Senegal, Ghana y Côte d’Ivoire.
“Cada vez más, vemos que los africanos atorados en América Central y Colombia no son africanos sino haitianos. Así, un 80% de los entrevistados supuestamente africanos son casi siempre haitianos”, explicó.
La recesión en Brasil y Ecuador también ha añadido un flujo extra de personas que se embarcan en una travesía hacia Estados Unidos a través del Tapón del Darien, una peligrosa selva entre Colombia y Panamá.
El paso de refugiados atravesando del país no es una novedad para Costa Rica, pero este se incrementó desde noviembre pasado cuando Nicaragua reforzó su control fronterizo con el objetivo de promover un proceso migratorio organizado.
El gobierno costarricense abrió cuatro centros para proveer asistencia básica a los migrantes pero estos se encuentran al máximo de sus capacidades. Esta situación provoca que por lo menos 1.500 de ellos vivan en situación extrema en un campamento improvisado a menos de un kilómetro de la frontera con Nicaragua.
El personal de la OIM visitó el campamento e informó a los refugiados varados sobre medidas de migración legal entre las que se incluye la posibilidad de retorno al país del que tengan ciudadanía sin costo.