La afluencia de inmigrantes ilegales desde África hacia Europa se está convirtiendo en un problema inmanejable para la Unión Europea.
En lo que va de 2015 más de 1800 personas murieron intentando la travesía, y los responsables de políticas exterior de la UE ya pidieron ayuda a la ONU para combatir militarmente a los traficantes de personas involucrados.
Esto sin embargo, no solucionará el problema, originado en las precarias condiciones de vida de muchos países africanos y la esperanza de prosperar en suelo europeo.